Glorio se ha ido y hay que encontrarlo, no sabemos nada de él, pero contamos con la magnífica capacidad de mis neuronas para leer entre líneas, interpretar sus huellas y seguir su rastro. Puede que el camino sea largo, pero confiad en mí, le atraparé.


miércoles, 20 de octubre de 2010

Capítulo I

Mi madre quiso llevarnos al aeropuerto en el coche de papá. Amelia y yo nos sentamos en los asientos de detrás, de pronto nos preguntó con tono retraído:

_¿Encontraréis a Glorio verdad?

Yo no tenía ninguna duda de mi sagacidad ni de mis capacidades. Alargué la mano y , apretándole el hombro, le dije:

_Podría una aguja encontrar un pajar en el que_ me detuve unos segundos para rectificar,  continué_ será mas fácil que encontrar una aguja en un..._reflexioné, ¿era al revés no? eso ¿era fácil o difícil?

Amelia soltó una carcajada solitaria y maliciosa, un simple "¡ja!", como diciendo "qué idiota eres". Estaba enfadada por una conversación que habíamos tenido unas horas antes, mientras preparábamos la mochila. Como de costumbre ella había decidido hacer mi equipaje y en esas estaba cuando me dijo:

_Te pongo el polar, el chubasquero, la chaqueta gruesa y los guantes, ¿vale?

No sé como se me había ocurrido dejarla sola con ese tema.

_ ¡Ni hablar! vamos a África Amelia, eso significa: Sol, desierto, mucho calor, negritos, bambú y, sobre todo, muy poca lluvia..

_ Estambul es Europa, está algo más al norte que Barcelona y...

Ni idea de que me estaba diciendo pero yo ya había vaciado la mochila que ella, ingenua, me había estado preparando durante la mañana.

_ Trae más botellas de agua mineral Amelia, aquí solo hay tres _ le solté

Ese era mi plan, llevar víveres, nunca se sabe que te puedes encontrar en estos países y hay que pensar en las necesidades básicas. Amelia no me trajo nada y desde entonces estaba de morritos, ¿qué le vamos a hacer? es orgullosa.

Cuando llevábamos unos minutos en el avión decidí romper el hielo.

_ ¿Qué se le habrá perdido a Glorio en Turquía?

Amelia me miró de reojo y me contestó con un escueto "No sé". Sólo había una manera para que se le pasara el enfado, le pedí un chocolate caliente y después de su tercer sorbito empezó a hablar:

_ Mientras preparabas tu ... ejem ... equipaje he mirado por última vez en el escritorio de Glorio y me he encontrado un post it con dos nombres: India y Kazajstán

_ ¿Electrodomésticos?

_ Son países.._ se retuvo, me quería decir algo más, su mirada rabiosa me advertía. Esperó a que pasaran algunos minutos, respiró hondo y continuó:

_ También encontré un plano de Estambul en el que habían dos marcas, una señala el consulado de India y la otra el de Kazajstán, así que mañana podríamos pasarnos por estas direcciones, quizás saben algo de Glorio, preguntaremos en la recepción del hotel como llegar.

_ Ummm... _ Mi idea era enseñar un dibujo de Glorio a la gente que nos encontrásemos, pero el plan de Amelia no me parecía mal, aun y así, algo en su explicación me inquietó, por lo que dije:

_ jeje, buena idea Amelia...¿hotel? _ No dijo nada pero volvió a mirarme como hacía solo un rato.

Mientras esperábamos para recoger el equipaje me fijé en lo que me rodeaba. La verdad es que el aeropuerto de Estambul no está nada mal, electricidad, climatización y lo más sorprendente, nada de bambú. Mi mochila se acercaba pero parecía algo más pequeña. Al cogerla me di cuenta de que estaba casi vacía y absolutamente empapada. Amelia me miró con una mueca divertida y me dijo:

_ La presión del avión a hecho que reventaran tus botellas de agua mineral, ja ja

_ ¡No!

Era cuestión de vida o muerte, me agaché desesperado y abrí la maleta, ¡maldición!, todas las botellas estaban vacías, ¡nos moriríamos de sed!, empecé a sorber apresuradamente las telas de la mochila mientras el resto de pasajeros se apartaba de nosotros.

En todo ese proceso empapé mis tejanos y ensucié mi camiseta pero calculo que quizás pude recuperar algún mililitro de agua.

Salimos del edificio, ya era de noche, eso explicaba la oscuridad pero... ¿y ese frío? empecé a tiritar bajo mi ropa empapada. Parecía que algo de toda esta situación divertía muchísimo a Amelia porque apenas podía aguantarse la risa. Yo preferí no decir nada al respecto.

Una vez acomodados en el autobús que nos acercaría a Sultahamed comentamos que cuando amaneciese tendríamos que ir al Gran Bazar para comprarme algo de  ropa abrigada.  Amelia me comentó que Sultahamed es una de las muchas zonas turísticas de Estambul, un barrio antiguo atestado de callejones húmedos y oscuros que te conducen a decenas de monumentos y bal bla bla.

La escuché a medias, estaba más atento a lo que veía por la ventana: tráfico, muchos edificios y muchísima gente en la calle. La verdad es que Estambul se parece más a Barcelona que al poblado de chavolas que me había imaginado. Al bajarnos del autobús volví a sentir el viento helado.

Empezamos a preguntar en los abundantes hostales y hoteles de la zona pero hasta las tres de la madrugada no encontramos ninguna habıtacion que nos interesase (de menos de 30 euros). Finalmente pudimos acostarnos.

Estornudé, entré en calor, empecé a dormirme como un becerillo y...

...tranquílidad...

...oscuridad...

...relax...

_SABRA JAAAAAAAAAAA!! ALHAAAA MA AAAAAAA! LABRAJAAAA......

Un canto diabólico nos despertó!. Amelia me miró desde su cama y me dijo:

_Es la mezquita musulamana, tenemos tres cerca, y cinco veces al día emiten sus oraciones por los altavoces.

Lo que faltaba: musulmanes. No dormí muy bien esa noche.
   
Y así fue nuestra llegada a Estambul, gracias a mi perseverancia y mis capacidades pudimos llegar sanos y salvos a nuestro destino. Podéis estar tranquilos, confiad en mí, en breve encontraré a Glorio.

Hemos colgado alguna foto de Estambul en `info práctica`.

5 comentarios:

  1. y desde cuando existen mezquitas no musulmanas? AMEEEEEEEEEEEEMEEEEELIAAA!

    cuidense los dos. abrazos!

    ResponderEliminar
  2. Buena observación Rodri.

    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  3. Rodrigo,

    Amelia te diría: 'desde que hay rascacielos altos y multimillonarios ricos', pero yo estoy contigo. Amelia es una repelente.

    Soy el tipo que busca a Glorio.

    ResponderEliminar
  4. El tercero por la derecha en la foto de los pescadores, se parece a Glo! Id con los ojos bien abiertos, que quizás está más cerca de lo que creéis...

    Alberto

    ResponderEliminar
  5. Sí, yo también pensé que era él, intenté atraparle desde detrás, pero del susto se tiró al agua y murió...se llamaba Alí, o algo así.

    Soy el tipo que busca a Glorio

    ResponderEliminar