Glorio se ha ido y hay que encontrarlo, no sabemos nada de él, pero contamos con la magnífica capacidad de mis neuronas para leer entre líneas, interpretar sus huellas y seguir su rastro. Puede que el camino sea largo, pero confiad en mí, le atraparé.


jueves, 7 de octubre de 2010

Introducción

Algo terrible había pasado en casa antes de que me despertara. Mi madre estaba muy nerviosa y ni Amelia ni yo entendíamos nada. Nos arrastró a los dos, aun en pijama, a la habitación de Glorio y nos miró de forma suplicante.

Enseguida comprendí que debía investigar, mi agudo olfato me avisaba: algo raro estaba pasando, solo tenía que descubrir de qué se trataba.

_Umm…_dije, rascándome la barbilla con la mano mientras miraba muy concentrado hacia las cuatro paredes del dormitorio. Dejé que pasaran unos segundos y empecé a pensar en voz alta:

_Se ha hecho la cama…_ señalé el pulcro colchón_ eso no es propio de Glorio…además ha subido las persianas…eso tampoco suele hacerlo…

Noté que una mano, probablemente la de mi madre, me cogía del hombro para llamar mi atención, la aparté sin más, no era conveniente que nada ni nadie me interrumpiera y mi madre no paraba de hablar, aunque yo no le prestara atención.

Me acerqué al armario y lo abrí de par en par.

_ A ha!,_ grite entusiasmado_ aquí está mi camiseta verde, la del pollo y el conejo, la que compré en Tailandia, es mi favorita y no la encontraba, ¡sabía que Glorio tenía algo que ver!

Curiosamente era la única prenda del armario, pero ese era un detalle menor. Seguí investigando.

_Sabéis si Glo…_ no acabé la frase, supuse que ni mi madre ni Amelia serían capaces de entender mis complicadas deducciones.

Me tiré al suelo y miré debajo de la cama, mi madre estaba diciendo algo de nuevo pero yo no la escuchaba, mis pensamientos ocupaban todos mis sentidos y no estaba para tonterías. No encontré nada, pero eso podía ser otra señal, algún tipo de pieza invisible para algún tipo de complejo rompecabezas o algo así. Di un brinco para levantarme.

Los ojos de mi madre me miraban de forma furiosa, yo me reí y le dije, animosamente:

_Sí mamá, ya sé, ya sé, a mí también me parece increíble que Glorio sea así de pasota y nos deje a nosotros tres en su habitación, como idiotas, intentando resolver un misterio que ni siquiera conocemos…

_ Glorio se ha ido_ me interrumpió secamente_ es la cuarta vez que te lo digo, ha dejado esta nota_ y me enseñó un trozo de papel firmado por Glorio en el que ponía:

"Me voy"

_ ¡Sabía que pasaba algo mamá!, ahora solo he de descubrir dónde ha ido ese, ese..._ no podía encontrar el adjetivo pero me volvió a interrumpir.

_ Antes de que empieces a investigar esa cuestión, hijo, te informo de que ha dejado la impresión de su vuelo en el recibidor, al lado de la nota, vuela hacia Estambul, Turquía.

_ Con que a África ¿eh?

_ Turquía está en Europa_ respondió, la habitualmente sabelotodo, Amelia_ o en Asia si quieres discutir.

_ Sí, en Europa, ja ja, y la Atlántida es un río en vez de un país ja ja. Amelia… déjate de geografía y búscanos un vuelo a Estambul, para los dos, hay que encontrar a ese desagradecido, ¡cuánto antes! !no hay tiempo qué perder!

Amelia obedeció, y aunque había vuelos para antes, no nos los podíamos premitir así que nos compramos dos billetes para el próximo 16 de octubre.

De esta forma, gracias a mi perseverancia y agudeza, empezó nuestro viaje en busca de Glorio.

7 comentarios:

  1. Apasionante inicio para una historia fantástica. No puedo dormir esperando a saber donde está Glorio!!!!!!
    Juan

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  2. Le seguiremos. Os seguiremos. Un abrazo de los grandes. (Dalmau)

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  3. Por favor, escribid pronto contando qué ha pasado con Glorio! Me debe dinero y que no crea que lo voy a dejar pasar, por muy lejos que se vaya...

    Alberto

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  4. Te debe dinero eh?

    Eso es tipico de Glo, no sé por qué todos le tenéıs tanto carinyo. Sea como sea os prometo que lo encontraré.

    Abrazos a todos.

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  5. Hola, la 5ª vez que lo intento, Maglo.

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